EL REALISMO



EL REALISMO

El realismo literario es una corriente estética que supuso una ruptura con el romanticismo, tanto en los aspectos ideológicos como en los formales, en la segunda mitad del siglo XIX.
En cuanto a los procedimientos literarios del realismo, son característicos el uso de la descripción detallada y minuciosa, con enumeraciones y sustantivos concretos; el del párrafo largo y complejo provisto de abundant

e subordinación, la reproducción casi magnetofónica del habla popular, sin idealizarla, y un estilo poco caracterizado, un lenguaje «invisible» que caracterice personajes, hechos y situaciones objetivamente sin llamar la atención sobre el escritor.

CARACTERÍSTICAS

Los rasgos fundamentales del realismo son los siguientes:
·         Procura mostrar en las obras una reproducción fiel y exacta de la realidad.
·         Se opone al romanticismo en su rechazo de lo sentimental y lo trascendental; aspira, en cambio, a reflejar la realidad individual y social en el marco del devenir histórico.
·         Debido a su afán versista o de verosimilitud, el realismo literario se opone asimismo directamente a la literatura fantástica.
·         Hace un uso minucioso de la descripción, para mostrar perfiles exactos de los temas, personajes, situaciones e incluso lugares; lo cotidiano y no lo exótico es el tema central, exponiendo problemas políticos, humanos y sociales.
·         El lenguaje utilizado en las obras abarca diversos registros y niveles de lenguaje, ya que expresa el habla común y se adapta a los usos de los distintos personajes, que son complejos, evolucionan e interactúan influyendo en otros.
·         Las obras muestran una relación mediata entre las personas y su entorno económico y social, del cual son exponente; la historia muestra a los personajes como testimonio de una época, una clase social, un oficio, etc.
·         El autor analiza, reproduce y denuncia los males que aquejan a su sociedad.
·         Transmite ideas de la forma más verídica y objetiva posible.

DESGLOSE DEL REALISMO LITERARIO



Al final de su evolución, agotados sus presupuestos iniciales y sin variedad alguna ya sus obras artísticas, el realismo literario se descompone en diversas corrientes que renuevan o modifican sus principios, bien seleccionando y desarrollando una de sus ramas, bien exagerándolos, bien rehuyéndolos y adoptando los principios opuestos, o bien contaminándolos y mezclándolos con los principios opuestos. El novelista, al exagerar y sistematizar al máximo los principios del realismo acaba desembocando en el naturalismo, cuyos presupuestos expone el escritor francés Émile Zola, que prácticamente reduce la novela a un documento social, a una instantánea de su época. Un último avatar del realismo lo constituye el espiritualismo que, rehuyendo los principios del realismo, se interesa por todo aquello que éste había detestado: la religión, el espíritu, el alma de las personas, lo tradicional, lo campesino... A esta corriente llegan al final de su periplo realista escritores como Tolstoi y Galdós. Otra corriente de la segunda mitad del siglo XIX es la del posromanticismo, que mezcla, en distintas dosis, realismo y romanticismo. La novela Madame Bovary, de Flaubert, puede considerarse típica de esta corriente. 

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