VANGUARDISMO
LITERARIO
Es la más radical revolución
que sufre el arte y la literatura en su historia. Esta tiene lugar alrededor de
1914, año en que comienza la primera guerra mundial, que de la mano con los avances
tecnológicos, los amplios conocimientos históricos, la crisis espiritual que
surge por el momento que se vive despierta conciencia para un nuevo cambio que
se origina en la humanidad. Esta es la razón del punto de partida del
surgimiento de varias escuelas artísticas que expresan el desmoronamiento del
orden burgués y del clasicismo. Entre esas escuelas están: El expresionismo,
cubismo, ultraísmo, futurismo, el creacionismo, entre otras.
El Vanguardismo inaugura un
nuevo modo de ver la literatura caracterizado por la primacía del prosaísmo
versus musicalidad, feísmo versus preciosismo y absurdo versus comunicación
lógica. De ahí que las vanguardias tuviesen en sí un carácter límite. Ruptura
de la traición que habíamos heredado pero también ruptura de la ruptura,
rechazo de la imitación. Los poetas vanguardistas se caracterizan, además, por:
Rendir culto a la novedad y a la sorpresa. Los
poetas vanguardistas cambian la estructura formal del poema.
Renovar completamente los recursos
expresivos. Metáforas, la imagen y otros recursos se convierten en reveladores
de una dimensión interior.
Exploración de lo irracional. El verso se
presenta sin leyes métricas ni lógicas, regido por el juego, las similitudes y
el azar.
Introducir referencias a la vida moderna y al
desarrollo. Modos de vida, tecnología, preocupaciones, miedos, etc.
CARACTERÍSTICAS
GENERALES DEL VANGUARDISMO
Cosmopolitismo: las calles
de todas las ciudades forman una red internacional más vital que la red de las
academias.
Actitud ante la literatura
como juego intrascendente, esteticismo. Abolición de los ornamentos, oscuridad
rebuscada. Esquematismo.
Ingenio: ingeniosidad y
fantasía frente a la realidad. Aforismos. Culto a la novedad y a la sorpresa.
Sentimientos: deshumanizan
el arte obliterado todas las fuentes del sentimentalismo. Destruían el “yo”.
Feísmo: desorden,
estrafalario, chocante, anti-bello.
Morfología: lengua no
comunicativa, él le trismo, la jitanjáfora y caligramas.
Sintaxis: destrucción de la
sintaxis. Palabras en libertad. Se tachaban los nexos, las frases medianeras.
Métrica: abandono de los
moldes eutróficos, de la rima, de la medida, del ritmo. Prosaísmo.
Temas: exclusión de lo
narrativo y anecdótico.
Imaginismo: la metáfora.
El lenguaje del Vanguardismo
Su instrumento es la palabra
y la fantasía ilimitada. Por medio de la palabra se destruye la realidad y
transforma al objeto en idea pura, en esencia espiritual, en juego de ensueños
plurivalentes. La sugestión sonora y asociativa del lenguaje importa más que su
significado, los versos suenan e insinúan, más que dicen. La palabra tiene
múltiples ecos y se carga de contenidos misteriosos, de significados equívocos,
no unívocos, de reflejos interiores. Esta poesía no es inteligible y como se
abre a múltiples interpretaciones, el lector se convierte en un co-creador.
LAS
VANGUARDIAS
El término Vanguardias surge
en Francia durante los años de la Primera Guerra [1914-1917]. Su origen está
precisamente en el vocablo francés avant-garde, término de origen militar y
político, que venía a reflejar el espíritu de lucha, de combate y de
confrontación que el nuevo arte del siglo oponía frente al llamado arte
decimonónico o académico.
Desde el principio, el arte
vanguardista adquiere una impronta provocadora contra lo antiguo, lo
naturalista o lo que se relacionara con el arte burgués. No será causalidad que
todas las primeras manifestaciones de estos vanguardismos estén repletos de
actos y gestos de impacto social, como expresión de un profundo rechazo a la
llamada cultura burguesa.
MOVIMIENTOS
DE VANGUARDIA EN LATINOAMÉRICA
En tanto que el
romanticismo, el realismo, el naturalismo y el simbolismo llegaron con cierta
lentitud al Nuevo Mundo, y hasta tardaron décadas en algunos casos, los
movimientos europeos de Vanguardia de los primeros treinta años del siglo xx
encontraron un eco casi inmediato en los centros urbanos más desarrollados de
Latinoamérica.
El proceso de asimilación y
metamorfosis de los modelos comenzó a realizarse en la fuente y por escritores
que no solo fueron espectadores de esos movimientos. Estos escritores
hispanoamericanos encararon el fenómeno de las Vanguardias con una originalidad
en que no faltaba el enfoque paródico o la lectura carnavalesca. Para ellos, el
futurismo, el cubismo, el dadaísmo, el expresionismo y, más tarde, el surrealismo
fueron menos escuelas cerradas y fiscalizadas por líderes apocalípticos
(Marinetti, Tzara, Bretón, por ejemplo) que opciones abiertas al escritor
Latinoamericano.
De ahí que las Vanguardias
de la vieja Europa llegaran a la América en una versión singular que asumía
distintos nombres (ultraísmo, creacionismo, estridentísimo) de polémica
inserción en un concepto europeo. Una vez más, América practicaba
sistemáticamente la carnavalización cultural.
Para el escritor
latinoamericano testigo y, a veces, hasta actor en las Vanguardias europeas la
tarea principal era recoger no lo que había de singular en cada uno de aquellos
movimientos, sino lo que ellos tenían de búsqueda de una estética de la cultura
emergente del siglo. Al margen de sus singularidades el cubismo fragmentaba la
sintaxis de la obra de arte; el futurismo y el dadaísmos minaban el concepto
mismo de obra poética; el expresionismo insertaba su poesía en el conflicto
edípico que desgarraba la piel política de la Europa de la hecatombe de 1914, esas
Vanguardias tenían un propósito común: liberar las artes y las letras del peso
muerto de las Academias, Liceos, Universidades, Museos y Bibliotecas.
Sobre la ruina de una
cultura humanística, eurocéntrica, que reconstruye una utopía cultural
grecolatina a partir del Renacimiento, en las Vanguardias del siglo XX se
buscaba una libertad que les permitiese el acceso al nuevo mundo creado por la
segunda revolución industrial, ya posible en el papel, si no en la fábrica.
Lo que los unía era la
Modernidad, concepto que no debe confundirse con el modernismo finisecular
dominante en Latinoamérica y España en la transición de un siglo a otro y es el
último movimiento del siglo XIX.
El artista de Vanguardia
buscaba destruir de una vez por todas las servidumbres con respecto a la
representación mimética de la realidad: ese ídolo de la burguesía victoriana
que habría de emerger (después del estallido de las Vanguardias)
convenientemente disfrazados de arte socialista o academicismo fascista en la
horrible época del intervalo entre las dos guerras mundiales. Lo que era común
a las Vanguardias era la propuesta de un arte libre en una sociedad libre.
AUTORES
VANGUARDISTAS
v León
Felipe
v Federico
García Lorca
v Rosario
Castellanos
v Ernest
Hemingway
v Pablo
Neruda
v Juan
Carlos Onetto
v Octavio
Paz
v Pita
Amor
v Emilio
Carballido
EL CUBISMO
El cubismo fue uno de los primeros movimientos artísticos que
surgió en el siglo XX, transformándose en una verdadera revolución dentro de la
pintura.
El descubrimiento del arte negro, la exposición de Cézanne en 1907 y la poesía de Apollinaire y Max Jacob se
convirtieron en las principales influencias del nuevo estilo.
Las formas que construyen los pintores del cubismo siguen unos
esquemas rígidamente geométricos, muy propios de la pintura
intelectualista; en este sentido, son muy significativas dos frases
representantes de este estilo, Picasso, “Yo pinto los objetos como los pienso,
no como los veo”, y Braque,
“Los sentidos deforman, el espíritu forma”.
El artista de este momento escoge
un tema pictórico con un objetivo determinado, buscando los cubistas fragmentar un tema
y ordenarlo en una composición.
Pablo Picasso (1881-1973),
tras atravesar su “período azul” y su “período rosa”, pinta “Las señoritas de Aviñón” (1906), obra
que marca el inicio de su etapa cubista.
DADAISMO
El Dadaísmo fue una
tendencia artística que surgió en Zúrich (Suiza) en 1916. Esta vanguardia se
extendió por Europa y llegó hasta Estados Unidos. Estaba en contra del arte,
los códigos y valores de su época, la Primera Guerra Mundial y los sistemas
establecidos. Influyó en el arte gráfico, en la música, en la poesía. Se presentó
como una ideología o una forma de vivir.
CARACTERISTICAS DEL
DADAISMO
– Protesta continua contra
las convenciones de su época.
– Actitud de burla total y humor. Se basan en lo absurdo y en lo carente de
valor.
– Medios de expresión irónico-satíricos, a través del gesto, el escándalo, la
provocación.
– Poesías
ilógicas o de difícil comprensión (El poema dadaísta suele ser una sucesión de
palabras y sonidos).
– Inclinación hacia lo dudoso, rebeldía, destrucción, terrorismo, muerte y
nihilismo, lo fantasioso, etc.
EL EXPRESIONISMO
El expresionismo fue un movimiento cultural surgido en Alemania a principios del siglo XX,
que se plasmó en un gran número de campos: artes
plásticas, literatura, música, cine, teatro, danza, fotografía,
etc. Su primera manifestación fue en el terreno de la pintura, coincidiendo en
el tiempo con la aparición del fauvismo francés,
El expresionismo suele ser entendido
como la deformación de la realidad para expresar de forma más subjetiva la naturaleza y el ser humano, dando
primacía a la expresión de los sentimientos más que a la descripción objetiva de la realidad.
EL
SURREALISMO
El surrealismo o superrealismo es un concepto que proviene del francés surréalisme. Se trata de un movimiento literario y artístico que busca
trascender lo real a partir del impulso psíquico de lo imaginario y lo
irracional.
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